Todo lo que haces o dejas de resolver tiene consecuencias |
Reumatólogos en
la red explora la relación entre enfermedades reumáticas autoinmunes como
lupus, fibromialgia, artritis reumatoide entre otras y los conflictos
emocionales no resueltos. La vida está
llena de altos y bajos. Todos estamos
estamos expuestos a sufrir reveses, forma parte de la experiencia de estar
vivos. Algunas personas lo enfrentan, lo resuelven y aprenden una lección valiosa
que le permite crecer como persona. Otras se paralizan y su vida queda como
bloqueada girando alrededor de ese conflicto no resuelto. Es una forma de vivir
que desgasta física y emocionalmente. Todo lo que haces o dejas de hacer tiene
consecuencias. A veces esa consecuencias pueden ser reumáticas.
¿En serio? ¿Un evento de vida me puede enfermar?
Si no lo resuelves tu evento de vida, tu cuerpo te pasa la factura |
Una
enfermedad, un divorcio, una perdida, un abandono, un vacío, una carencia, una
traición. Y lamentablemente en algunas
personas son varias de estas a la vez. Elegantemente se le llaman eventos de
vida. Pon el nombre que quieras pero el resultado es el mismo. Es un golpe
bajo. Te sientes desorientado y no sabes cómo levantarte y seguir. No lo resuelves,
y tu cuerpo te pasa la factura.
En mi
experiencia como adjunto del servicio de Reumatología del Hospital Universitario
de Caracas, tuve la oportunidad de asistir a la defensa de una tesis de grado a
cargo de un residente de reumatología y tutelada por el psiquiatra del
servicio. El titulo rezaba más o menos asi: “Correlacion entre eventos de vida y la aparición de lupus” Entre los hallazgos más
interesantes figuraban:
·
Existe una correlación en el tiempo entre un evento de
vida catastrófico y el diagnostico
posterior de lupus eritematoso sistémico
·
Aquellos pacientes con diagnostico establecido de lupus,
que sufrían un evento de vida inesperado tenían mayor probabilidad de tener recaídas.
·
No hay forma de clasificar y comparar la gravedad de un
evento de vida con respecto a otro. Cada evento es único y personal, la
seriedad no viene dado por el evento en si, sino por las secuelas emocionales
que deja.
Estos
hallazgos son similares a los encontrados en otras condiciones autoinmunes o
enfermedades crónicas como cáncer de mama, diabetes o esclerosis multiple. Cargar
perennemente estos eventos de vida sin resolver origina una alteración en el
equilibrio inmunológico que lleva a enfermedad.
El sistema inmunológico
es una víctima irreversible de problemas no resueltos
Una vez que aparece el disturbio del equilibrio inmunológico no hay manera de revertirlo solo controlarlo |
En septiembre
del 2016 en el Congreso Venezolano de Reumatología se realizó una sesión para pacientes
a cargo del Psiquiatra Dr. Ernesto Rodríguez. En esta charla se discutieron
temas como duelo, resiliencia, emociones y enfermedades reumáticas. En la sesión
de preguntas, se levanta una paciente: “Tengo artritis reumatoide desde hace más
de 10 años. Si todo es producto de emociones o conflictos no resueltos. La solución
es muy sencilla, Resuelvo mis problemas emocionales y listo se va la artritis. ¿Es
eso cierto?”. Ojala fuera tan simple. Pero la ecuación es más compleja, una vez
que aparece el disturbio del equilibrio inmunológico no hay manera de
revertirlo solo controlarlo.
Recordando
aquella mitología griega, una vez abierta la caja de pandora, se escaparon los
males, se esparcieron por la Tierra y no hubo forma de volverlos a encerrar. Una
vez que se desata el sistema inmunológico no vuelve a ser el mismo. Por eso hay que aceptar de
una vez. ¡Si tengo fibromialgia¡ ¡Si tengo artritis! y me va acompañar el resto
de la vida! Cada vez que me descuide en el tratamiento y cada vez que baje la
guardia y deje escapar mis fantasma internos, la recaída del dolor y la
limitación va aprovechar para recordármelo.
Sin embargo, a
veces nos ponemos un poco rebelde. Rechazamos la idea de este vínculo tan
cercano entre nuestros eventos de vida y la aparición de enfermedades
reumáticas. Alguien en este momento podría estar pensando: ¿Acaso me está
diciendo que todo está mi cabeza? ¿Usted acaso no entiende que este dolor es
muy real? Créeme yo sé que es dolor es muy real. Lo que tiene que ser diferente es la actitud
ante la enfermedad, o ante cualquier evento de vida. No quedarse estancado
girando alrededor de esta perdida, debes buscar convertirte en la mejor versión
de ti mismo, para ser el protagonista de tu trasformación, de tu evolución.
Tal vez otra
persona, recuerde que la artritis reumatoide empezó justo después de la muerte de un familiar muy
cercano. Aun años después no lo ha superado, tiene un duelo patológico, aun
llora la pérdida como si fuera ayer, que
debilita el corazón y cansa al cuerpo. Así es muy difícil vivir con artritis.
Necesitas
superar este evento de vida, porque sino la artritis te va a derrotar siempre. La
artritis necesita de personas con el corazón tranquilo y sin la mente distraída
para poder afrontar el reto de vivir con una enfermedad crónica.
Tal vez otras
personas resienten que la vida no es la misma después del diagnóstico. Antes
eran el jefe de hogar, el sostén del hogar, el líder que decidía en todo y
ayudaba a todos, tenia siempre la respuesta correcta para cada situación y
ahora necesita ayuda de todos incluso para vestirse o peinarse. Es una gran
perdida y pareciera que se está indefenso ante este nuevo escenario.
¿Que hago, para protegerme?
¿Cómo se supera
esta limitación que supone tener una enfermedad crónica, como supero un
divorcio, una perdida, un abandono, un vacío, una carencia, una traición en la
infancia? Para que no se convierta en un detonante de enfermedad crónica o un
obstáculo hacia la mejoría.
Creo personalmente
que el primer paso es reconocer que no se tiene todas las respuestas. Si tienes
hipertensión nadie duda que tienes que ir al cardiólogo, si tienes diabetes vas
al endocrino y si tienes artritis vas al reumatólogo. Pero si estas deprimido,
o frustrado o ansioso o tienes un duelo patológico que no logras superar, podrás
escuchar con mucha frecuencia: “Pon de tu parte”. Es ahora de pedir ayuda al
experto y resolver tus conflictos emocionales de una vez si no quieres sabotear
el trabajo del oncólogo o del neurólogo o del reumatólogo.
Creo que es
básico y fundamental enfocarse en crecer espiritualmente y emocionalmente.
Invertir tiempo y esfuerzo, con el mismo
empeño y dedicación que cultivamos una carrera profesional u oficio, buscar de
manera activa las oportunidades para fortalecer el espíritu, cultivar los
valores, aprender herramientas para una
comunicación asertiva, aprender a acortar distancias, aprender a resolver
conflictos sin acabar con la armonía familiar, aprender a proteger la
autoestima y fortalecer el autoconcepto, aceptar y dejar ir lo que no podemos
cambiar. No podemos evitar que un evento de vida ocurra, pero si podemos protegernos
de sus consecuencias emocionales y afectivas. No podemos evitar que los
problemas pasen pero si podemos tomar la decision de continuar el camino.
Las Tormentas no son eternas
No tenemos la obligación de salir solo de nuestras tormentas. Debemos ser proactivos y hacernos acompañar de esa persona experta que nos guie a resolver nuestros eventos de vida. |
Mi amiga y experta
consejera matrimonial Belkis Pérez compartió esta historia de tantas que ruedan
en las redes sociales:
Un joven conducía junto a su padre. Se toparon con una
tormenta, y la joven le pregunto a su padre: ¿Qué debo hacer? Dijo: “Sigue
conduciendo”. Los coches empezaron a orillarse hacia afuera de la carretera, la
tormenta estaba empeorando. ¿Qué debo
hacer? pregunta la joven: “Sigue conduciendo”. Respondió el padre. Unos metros
más adelante se dio cuenta que un camión también se estaba orillando. Ella le
dijo a su padre: “Debo detenerme, apenas puedo ver adelante. Es terrible y todo
el mundo se está orillando”. Su padre le dijo: “No te rindas, sigue
conduciendo”. Ahora la tormenta era terrible pero la joven nunca dejo de
conducir y pronto pudo ver un poco más claro. Después de un par de kilómetros salió
el sol. Su padre le dijo: “Ahora puedes parar y salir” Ella dijo: ¿Pero ahora qué
hago? Dijo: “Cuando salgas, mira atrás a todas las personas que se rindieron y aún
están dentro de la tormenta, porque
nunca te rendiste, tu tormenta ha terminado.
La consejera
Belkis Pérez concluye que este breve relato sirve para recordar a las personas
que están pasando por un momento difícil, que no deben rendirse, porque si se
siguen adelante tu tormenta terminara. A mí me gustaría agregar un detalle
adicional. Esta joven nunca estuvo sola, siempre su padre la alentó, la
acompaño y la aconsejo a seguir. No tenemos la obligación de salir solo de
nuestras tormentas. Debemos ser proactivos y hacernos acompañar de esa persona experta
que nos guie a resolver nuestros eventos de vida.
Por tal
motivo, con mayor frecuencia en las unidades de atención reumatológicas el
equipo de trabajo se extiende para
incluir al trabajador social, al orientador, al consejero y al psicólogo
para acompañar al paciente en este proceso de trasformación. Recuerda que la
OMS propone que la salud no es solo la ausencia de enfermedad, es el estado de bienestar
física, social y emocional. Y hacia allá apuntamos los reumatólogos.
Por eso Reumatólogos
en la red siempre tendrá una sección dedicada a la cultivar la resiliencia. Necesitamos aprender a cultivar la capacidad de recuperarnos frente a la
adversidad y continuar con nuestro propósito de vida con mejor actitud.
La esperanza nunca se pierde
Por ultimo,
recuerden que de la caja de pandora se salieron todos los males, pero en el
interior de la caja quedo el único bien: la esperanza. Por favor, no olviden
dejar sus comentarios y difundir este
mensaje de esperanza a todo aquel que se siento estancado en su tormenta
personal.
Yvonne
Rengel
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Recuerda sus preguntas son importantes en este proceso de aprendizaje y comunicacion.
Sin embargo, los comentarios aqui desplegados no sustituyen la consulta medica. Queremos alentarlos a estrechar vinculos con su medico tratante y que se sientan confiado en preguntar los detalles de su diagnostico y tratamiento con quien mejor conoce su historia, su medico tratante.