domingo, 1 de enero de 2017

Cuando las emociones enferman y las víctimas son las articulaciones


Todo lo que haces o dejas de resolver tiene consecuencias



Reumatólogos en la red explora la relación entre enfermedades reumáticas autoinmunes como lupus, fibromialgia, artritis reumatoide entre otras y los conflictos emocionales no resueltos.  La vida está llena de altos  y bajos. Todos estamos estamos expuestos a sufrir reveses, forma parte de la experiencia de estar vivos. Algunas personas lo enfrentan, lo resuelven y aprenden una lección valiosa que le permite crecer como persona. Otras se paralizan y su vida queda como bloqueada girando alrededor de ese conflicto no resuelto. Es una forma de vivir que desgasta física y emocionalmente. Todo lo que haces o dejas de hacer tiene consecuencias. A veces esa consecuencias pueden ser reumáticas.

¿En serio? ¿Un evento de vida me puede enfermar?  
Si no lo resuelves tu evento de vida, tu cuerpo te pasa la factura



Una enfermedad, un divorcio, una perdida, un abandono, un vacío, una carencia, una traición.  Y lamentablemente en algunas personas son varias de estas a la vez. Elegantemente se le llaman eventos de vida. Pon el nombre que quieras pero el resultado es el mismo. Es un golpe bajo. Te sientes desorientado y no sabes cómo levantarte y seguir. No lo resuelves, y tu cuerpo te pasa la factura.

En mi experiencia como adjunto del servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Caracas, tuve la oportunidad de asistir a la defensa de una tesis de grado a cargo de un residente de reumatología y tutelada por el psiquiatra del servicio. El titulo rezaba más o menos asi: “Correlacion entre eventos de vida  y la aparición de lupus” Entre los hallazgos más interesantes figuraban:

·         Existe una correlación en el tiempo entre un evento de vida catastrófico  y el diagnostico posterior de lupus eritematoso sistémico

·         Aquellos pacientes con diagnostico establecido de lupus, que sufrían un evento de vida inesperado tenían mayor probabilidad de tener recaídas.

·         No hay forma de clasificar y comparar la gravedad de un evento de vida con respecto a otro. Cada evento es único y personal, la seriedad no viene dado por el evento en si, sino por las secuelas emocionales que deja.  

Estos hallazgos son similares a los encontrados en otras condiciones autoinmunes o enfermedades crónicas como cáncer de mama, diabetes o esclerosis multiple. Cargar perennemente estos eventos de vida sin resolver origina una alteración en el equilibrio inmunológico que lleva a  enfermedad.


El sistema inmunológico  es una víctima irreversible de problemas no resueltos
Una vez que aparece el disturbio del equilibrio inmunológico no hay manera de revertirlo solo controlarlo



En septiembre del 2016 en el Congreso Venezolano de Reumatología se realizó una sesión para pacientes a cargo del Psiquiatra Dr. Ernesto Rodríguez. En esta charla se discutieron temas como duelo, resiliencia, emociones y enfermedades reumáticas. En la sesión de preguntas, se levanta una paciente: “Tengo artritis reumatoide desde hace más de 10 años. Si todo es producto de emociones o conflictos no resueltos. La solución es muy sencilla, Resuelvo mis problemas emocionales y listo se va la artritis. ¿Es eso cierto?”. Ojala fuera tan simple. Pero la ecuación es más compleja, una vez que aparece el disturbio del equilibrio inmunológico no hay manera de revertirlo solo controlarlo.

Recordando aquella mitología griega, una vez abierta la caja de pandora, se escaparon los males, se esparcieron por la Tierra y no hubo forma de volverlos a encerrar. Una vez que se desata el sistema inmunológico no vuelve  a ser el mismo. Por eso hay que aceptar de una vez. ¡Si tengo fibromialgia¡ ¡Si tengo artritis! y me va acompañar el resto de la vida! Cada vez que me descuide en el tratamiento y cada vez que baje la guardia y deje escapar mis fantasma internos, la recaída del dolor y la limitación va aprovechar para recordármelo.
Sin embargo, a veces nos ponemos un poco rebelde. Rechazamos la idea de este vínculo tan cercano entre nuestros eventos de vida y la aparición de enfermedades reumáticas. Alguien en este momento podría estar pensando: ¿Acaso me está diciendo que todo está mi cabeza? ¿Usted acaso no entiende que este dolor es muy real? Créeme yo sé que es dolor es muy real.  Lo que tiene que ser diferente es la actitud ante la enfermedad, o ante cualquier evento de vida. No quedarse estancado girando alrededor de esta perdida, debes buscar convertirte en la mejor versión de ti mismo, para ser el protagonista de tu trasformación, de tu evolución.

Tal vez otra persona, recuerde que la artritis reumatoide empezó  justo después de la muerte de un familiar muy cercano. Aun años después no lo ha superado, tiene un duelo patológico, aun llora la pérdida como si fuera ayer,  que debilita el corazón y cansa al cuerpo. Así es muy difícil  vivir con artritis.

Necesitas superar este evento de vida, porque sino la artritis te va a derrotar siempre. La artritis necesita de personas con el corazón tranquilo y sin la mente distraída para poder afrontar el reto de vivir con una enfermedad crónica. 

Tal vez otras personas resienten que la vida no es la misma después del diagnóstico. Antes eran el jefe de hogar, el sostén del hogar, el líder que decidía en todo y ayudaba a todos, tenia siempre la respuesta correcta para cada situación y ahora necesita ayuda de todos incluso para vestirse o peinarse. Es una gran perdida y pareciera que se está indefenso ante este nuevo escenario.

¿Que hago, para protegerme?

¿Cómo se supera esta limitación que supone tener una enfermedad crónica, como supero un divorcio, una perdida, un abandono, un vacío, una carencia, una traición en la infancia? Para que no se convierta en un detonante de enfermedad crónica o un obstáculo hacia la mejoría.

Creo personalmente que el primer paso es reconocer que no se tiene todas las respuestas. Si tienes hipertensión nadie duda que tienes que ir al cardiólogo, si tienes diabetes vas al endocrino y si tienes artritis vas al reumatólogo. Pero si estas deprimido, o frustrado o ansioso o tienes un duelo patológico que no logras superar, podrás escuchar con mucha frecuencia: “Pon de tu parte”. Es ahora de pedir ayuda al experto y resolver tus conflictos emocionales de una vez si no quieres sabotear el trabajo del oncólogo o del neurólogo o del reumatólogo.

Creo que es básico y fundamental enfocarse en crecer espiritualmente y emocionalmente. Invertir tiempo y esfuerzo,  con el mismo empeño y dedicación que cultivamos una carrera profesional u oficio, buscar de manera activa las oportunidades para fortalecer el espíritu, cultivar los valores,  aprender herramientas para una comunicación asertiva, aprender a acortar distancias, aprender a resolver conflictos sin acabar con la armonía familiar, aprender a proteger la autoestima y fortalecer el autoconcepto, aceptar y dejar ir lo que no podemos cambiar. No podemos evitar que un evento de vida ocurra, pero si podemos protegernos de sus consecuencias emocionales y afectivas. No podemos evitar que los problemas pasen pero si podemos tomar la decision de continuar el camino.

Las Tormentas no son eternas
No tenemos la obligación de salir solo de nuestras tormentas. Debemos ser proactivos y hacernos acompañar de esa persona experta que nos guie a resolver nuestros eventos de vida.


Mi amiga y experta consejera matrimonial Belkis Pérez compartió esta historia de tantas que ruedan en las redes sociales:

Un joven conducía junto a su padre. Se toparon con una tormenta, y la joven le pregunto a su padre: ¿Qué debo hacer? Dijo: “Sigue conduciendo”. Los coches empezaron a orillarse hacia afuera de la carretera, la tormenta estaba empeorando.  ¿Qué debo hacer? pregunta la joven: “Sigue conduciendo”. Respondió el padre. Unos metros más adelante se dio cuenta que un camión también se estaba orillando. Ella le dijo a su padre: “Debo detenerme, apenas puedo ver adelante. Es terrible y todo el mundo se está orillando”. Su padre le dijo: “No te rindas, sigue conduciendo”. Ahora la tormenta era terrible pero la joven nunca dejo de conducir y pronto pudo ver un poco más claro. Después de un par de kilómetros salió el sol. Su padre le dijo: “Ahora puedes parar y salir” Ella dijo: ¿Pero ahora qué hago? Dijo: “Cuando salgas, mira atrás a todas las personas que se rindieron y aún están dentro de la tormenta,  porque nunca te rendiste, tu tormenta ha terminado.

La consejera Belkis Pérez concluye que este breve relato sirve para recordar a las personas que están pasando por un momento difícil, que no deben rendirse, porque si se siguen adelante tu tormenta terminara. A mí me gustaría agregar un detalle adicional. Esta joven nunca estuvo sola, siempre su padre la alentó, la acompaño y la aconsejo a seguir. No tenemos la obligación de salir solo de nuestras tormentas. Debemos ser proactivos y hacernos acompañar de esa persona experta que nos guie a resolver nuestros eventos de vida.

Por tal motivo, con mayor frecuencia en las unidades de atención reumatológicas el equipo de trabajo se extiende para  incluir al trabajador social, al orientador, al consejero y al psicólogo para acompañar al paciente en este proceso de trasformación. Recuerda que la OMS propone que la salud no es solo la ausencia de enfermedad, es el estado de bienestar física, social y emocional. Y hacia allá apuntamos los reumatólogos.

Por eso Reumatólogos en la red siempre tendrá una sección dedicada a la cultivar la resiliencia.  Necesitamos aprender a cultivar la capacidad de recuperarnos  frente a la adversidad y continuar con nuestro propósito de vida con mejor actitud.

La esperanza nunca se pierde


Por ultimo, recuerden que de la caja de pandora se salieron todos los males, pero en el interior de la caja quedo el único bien: la esperanza. Por favor, no olviden dejar sus comentarios y  difundir este mensaje de esperanza a todo aquel que se siento estancado en su tormenta personal. 

Yvonne Rengel    

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