domingo, 12 de abril de 2020

¿Doctora, será que tomando el metotrexate también puedo ….?




Cada paciente puede pensar en diferentes opciones para completar la frase, que incluye bebidas alcohólicas o alimentos o alguno medicamento en particular.  En otras ocasiones puede el paciente sentirse desconcertado:  ¡No entiendo,  el metotrexate me caía muy bien¡ ¡De repente, ya no lo tolero¡ ¿Que habrá pasado?

La culpa siempre recae sobre el metotrexate un medicamento que ha mostrado ser de gran utilidad y nobleza en el tratamiento de diversas enfermedades reumáticas crónicas.  (Si quieres puedes leer también: El metrotexate y el hígado. ¿Amigos o enemigos?)

Metotrexate, un viejo amigo que  llego para quedarse.

En el año 1962, se reporta por primera vez, resultados positivos del uso de metotrexate a bajas dosis en pacientes con artritis reumatoide. Sin embargo, había poco interés por desarrollar su uso en condiciones reumáticas crónicas, debido a que recientemente se habían descubierto las bondades de los esteroides, con resultados alentadores en diversas enfermedades reumáticas.  

Debimos esperar hasta el año 1988, cuando la FDA (Siglas en ingles de Administración Federal de Drogas,  de los Estados Unidos de América) aprobó el uso de metotrexate a bajas dosis en pacientes con artritis reumatoide.

Desde el año 1988 hasta la actualidad, las evidencias médicas han permitido que le metotrexate se consolide,  hasta el punto de convertirse en el tratamiento de elección para la artritis reumatoide, ya sea en solitario o combinados con otros fármacos modificadores de la enfermedad (conocidos por las siglas en español FARME).  

Se ha demostrado que después de un año de uso regular de metotrexate, un tercio de los pacientes con artritis reumatoide han logrado frenar la progresión radiológica. Sabías que según  un estudio publicado en el año 2000,  en la revista Journal  of Rheumatology,   luego de 12 años, hasta un 50% de los pacientes siguen usando el metotrexate,  conservando eficacia y seguridad.  

¿Qué es una dosis baja de metotrexate?


Siempre le recordamos a nuestros pacientes que el metotrexate fue sintetizado originalmente como un medicamento antineoplásica en contra diversos tipos de cánceres. En este escenario, la dosis de metotrexate utilizada en la oncología puede variar de 1000 a 5000mg por semana. Esto es conocido como metotrexate a dosis altas. En reumatología, el metotrexate, por lo general,  se administra por vía oral o subcutánea o intramuscular en dosis que varían de 7,5 a 25 mg por semana.  Esto es conocido como “dosis bajas de metotrexate” con un mecanismo de acción y perfil de seguridad  y un perfil de toxicidad distinto a los regímenes de tratamiento indicados en pacientes oncológicos.

Antes de rechazar o desechar el metotrexate a dosis bajas en el esquema de tratamiento sugerido por el reumatólogo, el paciente debe realizar un verdadero trabajo de detective para evaluar si recientemente se han introducido cambios que afecten el metabolismo del metotrexate, aumentando su riesgo de toxicidad. Recuerda comentarle a tu medico reumatólogo cada medicamento indicado en contexto de otras condiciones médicas o incluso aquellos comprados sin prescripción médica. Con frecuencia surgen dudas de  las que está permitido hacer o lo que se debe evitar cuando se inicia el tratamiento con metotrexate. ¿Doctora,  será que tomando el metotrexate también puedo ….? Aquí le muestro las respuestas a las preguntas más frecuentes de la consulta.

Una sorpresa interesante: El metotrexate y el café podrían ser aliados.



El café es una de las bebidas más consumida en el mundo y por lo tanto ha sido sometida a extenso escrutinio, con resultados a veces a conflictivos. Con frecuencia, los pacientes piden permiso para tomar café, pensando que podría interactuar con la seguridad o eficacia del metotrexate.

Esta interrogante  fue puesta a prueba en una publicación del año 2017 de la revista Clinical Rheumatology. Este grupo de científicos siguieron durante 11 meses a 120 pacientes con artritis reumatoide con intolerancia oral al metotrexate. A un grupo  se les permitió tomar una cucharada y media de café instantáneo que equivale a 45 mg cafeína con o sin leche,  con o sin azúcar dos veces al día, sincronizados con los días que le corresponde la dosis semanal de metotrexate. En aquellos pacientes que se negaron a tomar café,  este fue sustituido por 20gr chocolate oscuro que corresponde a 22 mg cafeína.  Los autores lograron demostrar una mejoría de la intolerancia gástrica hasta en un 55% de los  casos y alivio parcial hasta un 10% de los  casos.

Si bien se ha demostrado que puede mejorar la tolerancia oral al metotrexate, quedaba aún pendiente por resolver si altera la eficacia.  Por tal motivo, un grupo de investigadores siguieron por un tiempo a 264 pacientes con artritis reumatoide con un consumo promedio de cafeína de 217mg semanales, demostrando que el consumo de café no afecto la eficacia del metotrexate y ni la actividad de enfermedad en pacientes con artritis reumatoide.  
En conclusión,  no está contraindicado el consumo de café al iniciar el tratamiento con metotrexate.

¿Puedo este fin de semana, una cervecita?


Todos los pacientes al iniciar tratamiento con metotrexate u otros medicamentos modificadores de la enfermedad son aconsejados a evitar o limitar el consumo de bebidas alcohólicas.  

Algunos pacientes evitan comentar a su  médico tratante de su pequeño desliz de fin de semana,  para evitar una posible reprimenda. Otros piden permiso para una ocasión especial: “Le prometo que solo este vez,  que es mi cumpleaños”.  “¿Es verdad que no se puede juntar la cerveza con el metotrexate, los dos dañan el hígado?  

En los diversos trabajos científicos, se considera clínicamente importante cuando las transaminasas o enzimas del hígado, la alanina aminotransferasa (ALT) y aspartato aminotransferasa (AST) aumentan  hasta tres  veces por encima del valor normal.

 Se ha demostrado que hasta un 20% de los pacientes que reciben metotrexate pueden presentar elevación de las transaminasas durante el primer año. Solo en un 13% de estos, las transaminasas se elevaran hasta dos veces o más por encima del valor normal, particularmente en aquellos pacientes obesos y con colesterol alto. 

El efecto del consumo de alcohol y la ingesta de metotrexate parece depender del volumen consumido.  Según un estudio publicado en el año 2008  en  la revista Musculoskeletal Care, el consumo diario de dos unidades de bebidas no representa peligro de alteración de los valores de transaminasas en pacientes que reciben metotrexate. Acorde con una publicación del año 2017 de la revista Annual  Rheumatic  Disease,   el consumo de 21 unidades o más de alcohol por semana podría representar un riesgo aumentado de hasta 2.93 de elevación de transaminasas de manera significativa. 

La Sociedad Británica de Reumatología recomienda mantener el consumo semanal por debajo de 14 unidades de alcohol, que no representa un riesgo aumentado de elevación de transaminasas en paciente con artritis reumatoide que reciben metotrexate.

¿Pero cuánto es  una unidad de alcohol? El sistema de unidades adopta como unidad de alcohol una copa estándar que posee 8 gramos de etanol. Por ejemplo, una unidad de alcohol equivale a  1 copa de vino pequeño de 100ml o 1 cerveza normal  de 200ml. Dos unidades de alcohol equivale a un vaso de vino de 200ml, 1 cuba libre. Un vaso de whiskey o cualquier bebida con contenido alcohólico de 40º equivale a tres unidades de alcohol.

Recuerda que no solo se trata de consumo de bebidas alcohólicas en una reunión social, también se acompaña de exceso en los alimentos durante dicho evento festivo.

El consumo exagerado de alimentos ricos en grasas propios del buffet o de la parrillada o barbacoa de fin de semana, o durante las fiestas decembrina podrían ser una fuente de elevación transitoria de transaminasas.

Pareciera que debemos combinar una serie de estrategias que incluye:
·       Respetar el límite semanal que no represente un riesgo, es decir menos de 14 unidades de alcohol.
·         Separar en el tiempo la administración del metotrexate del dia que se consuma alcohol. Por ejemplo, si recibo el metotrexate los días miércoles, esperar al fin de semanas para celebrar.
·         Llevar un estilo de vida saludable que incluye una alimentación baja en grasa y alimentos procesados.
·         Sobretodo, conservar un gran sentido de responsabilidad y sentido común.    

 El té de jengibre y el metotrexate.


El hecho de que un producto  sea de originen natural, no necesariamente significa que sea seguro, solo o en combinación con otros alimentos o medicamentos. Por ejemplo,  la Echinacea, sugerida como alternativa natural para el refriado común, podría causar hepatotoxicidad, y por tanto no se recomienda su uso conjunto con drogas con potencial hepatotoxico como amiodarona, metotrexate, y  ketoconazol.

En ese mismo orden de ideas, se ha estudiado la eficacia del extracto de jengibre (Zingiber officinale) para el alivio de la náuseas y vómitos secundario a quimioterapia, asociada al embarazo con cierto éxito y poco efectos adversos.

Aún más, se ha planteado que el jengibre tienes propiedades analgésicas y anti-inflamatorias (Puedes leer más,  en el artículo: ¿Eljengibre sustituye al esteroide, doctora?). Su eficacia analgésica en humanos ha sido comparada de manera experimental solo con el diclofenac.  Si bien podría tener algún utilidad en alivio del dolor, no sustituye a ningún fármaco modificador de la enfermedad como metotrexate, hidroxicloroquina o leflunomide entre otros,  para evitar la progresión de la enfermedad,  daño articular y deformidad.

No hay ningún estudio publicado sobre la seguridad de combinar metotrexate y jengibre en pacientes con condiciones reumáticas. Debemos estar atentos a la aparición de síntomas si ha decidido iniciar tomar regularmente un té o extracto de  jengibre  con fines medicinales.  Comenta a tu médico reumatólogo sobre cualquier productos natural con fines médicos que haya decidido iniciar.

¿Mientras tomo el antibiótico, suspendo el metotrexate?



En ocasiones, puede ocurrir algún proceso infeccioso que requiera el uso de antibiótico mientras se recibe tratamiento anti-reumático. Las evidencias científicas de las interacciones entre antibióticos y el metotrexate a bajas dosis son escasas.

Un estudio de modelo experimental en ratas, demostró que la azitromicina  no afecta la excreción renal y biliar del metotrexate a bajas dosis.  En consecuencia, la combinación de estos medicamentos pareciera ser segura.

Se ha demostrado que el uso concomitante de metotrexate a bajas dosis y trimetropin/sulfametoxazol a dosis profiláctica no produce alteraciones hematológicas ni  hepáticas.

Se ha sugerido que el uso de Trimetropin/sulfametazol puede llevar a toxicidad incrementada del metotrexate a dosis altas. Este efecto podría ser  debido a que este antibiótico disminuye la eliminación del metotrexate a través de riñón.  Se debe tener precaución cuando se combina metotrexate y trimetropin/sulfametoxazol a dosis terapéuticas. Hay reporte de casos, de pancitopenia (disminución de los glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas en sangre), estomatitis (inflamación de los labios y boca) o daño renal con esta combinación, particularmente se observó esta posibilidad en el paciente adulto mayor o con función renal disminuida. 

Además de la interacción con la azitromicina  y trimetropin/sulfametoxazol,  hasta ahora se describen en la literatura científica solo dos casos excepcionales de neutropenia entre ceftriaxone y el metotrexate. Lo cual sugiere, que en general, el uso concomitante de antibióticos y metotrexate a baja dosis es seguro.

Es de resaltar que cada paciente es único y especial y puede tener una reacción particular. Cada consulta con el reumatólogo, es una oportunidad para reforzar la supervisión del paciente cuando este es polimedicado. En cada consulta es primordial detectar y corregir de manera temprana algún tipo de interacción medicamentosa. Sobre todo es muy importante, evitar la automedicación.

¿No será mejor tomar omeprazol, por si acaso?


Ante el temor que el metotrexate pueda causar disconfort gástrico, muchos pacientes preguntan en la consulta,  si pueden deben recibir alguna medida para evitarla o protegerse. El clásico: ¿No será mejor tomar omeprazol, por si acaso? Es una pregunta frecuente.

La combinación de protectores gástricos de la categoría de inhibidores de la bomba de protones como omeprazol, esomeprazol o pantoprazol  con metoterxate a dosis altas (1000 a 500mg por semana) ha sido estudiada en pacientes oncológicos.  Se ha sugerido que el uso  concomitante de cualquiera de los inhibidores con alta dosis de metotrexate, incrementa los niveles plasmáticos de metotrexate en el paciente oncológico, disminuyendo su eliminación a través del riñón. En consecuencia, existe un riesgo aumentado de toxicidad por metotrexate. En este casos se sugiere, utilizar en caso de ser necesario, famotidina o ranitidina según las indicaciones del médico tratante.

Siempre es importante recordar que desde el punto de vista farmacológico, el metotrexate a bajas dosis (7,5mg a 30mg de metoterxate semanal) se comporta de manera diferente  a las dosis  altas usadas en pacientes oncologicos. Un estudio clínico demostró que la administración conjunta de lanzoprazol y metotrexate a dosis bajas  no afecta su eliminación a través del riñon. Y por tanto no aumenta los riesgos de toxicidad.

Si bien no está contraindicado el uso de inhibidores de bomba de protones, es de resaltar que para evitar el disconfort gastrointestinal en contexto del uso de metotrexate, se propone la suplementación con ácido fólico  o cambiar la administración a via subcutánea. 

Se ha demostrado una reducción de hasta 79% de los efectos adversos gastrointestinales con la suplementación con ácido fólico semanal. Adicionalmente, se ha demostrado, mejorar la eficacia y la seguridad de metotrexate a cambiar la via de administración de oral a vía subcutánea semanal.  

Medicamentos que pueden tomarse de manera segura en combinación con metotrexate a baja dosis:
·         Aspirina a  baja dosis
·         Esteroides como prednisona, metilprednisolona o deflazacort
·         Analgésico antinflamatorios no esteroideos
·         Otros fármacos modificadores de enfermedad convencionales como hidroxicloroquina o biológicos.

Consulta al Reumatólogo


Aprender a vivir con una condición reumática crónica, no es resignarse a vivir con dolor y limitación. Aprender a vivir con una condición reumática es aceptación, adaptación, es educarse para tomar buenas decisiones y seguir adelante.
Ante la duda siempre consulta al reumatólogo.

Dra. Yvonne Rengel
Medicina Interna-Reumatología